Pilar Álvarez publica hoy en "El País" un artículo en el que se hace eco de la orden que ha publicado el Ministerio de Educación donde cambia los temarios aprobados en noviembre para las oposiciones de 2012 por los otros anteriores.
"Ser opositor es siempre una labor ingrata, pero los que se preparan en los últimos meses para intentar conseguir una plaza de docente tienen cada vez más motivos de sobresalto. El último tiene que ver con el temario para acceder a las especialidades de los cuerpos de maestros, profesores de escuelas oficiales de idiomas, Secundaria y Formación Profesional. El Ministerio de Educación ha publicado hoy una orden en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en la que cambia los temarios que se aprobaron el pasado noviembre para las oposiciones de 2012 por otros anteriores, que en algunos casos se remontan a hace dos décadas. Coincide, además, con un momento en el que la mayoría de las comunidades, todas salvo Andalucía, País Vasco, Canarias y Madrid, han descartado convocar oposiciones tras la recomendación del Ministerio de Educación.
El ministerio justifica este cambio, que anula la modificación que hizo el Gobierno anterior el 15 de noviembre, por su intención de revisar el sistema de acceso a la función docente “para elegir a los mejores”, según un portavoz de Educación, que no aclara qué va a ocurrir con los opositores que están preparando el temario actual desde hace casi tres meses. Según la orden publicada hoy, mantener estos temarios “introduciría un elemento de inestabilidad en el sistema educativo” que “perjudicaría” los intereses de opositores y comunidad educativa.
FETE UGT critica este cambio y lo considera “un despropósito”. “La decisión adoptada genera incertidumbre”, según indica el sindicato en un comunicado. Subrayan el coste económico y el “desprecio” al trabajo del colectivo. El hecho de que parte de los temarios aprobados ahora provengan de 1993, según FETE UGT, puede ocasionar “situaciones irregulares” por un desajuste con la Ley Orgánica de Educación (LOE)."
Intentan hacer en cuatro años lo que la otra vez no pudieron hacer en ocho
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