El nuestro no es un personaje de ficción de J. K. Rowling, aunque algunas de sus medidas parezcan rozar la ilegalidad como en el caso de Dolores Umbridge que mejoraba y fortalecía sus posiciones con la imposicion de inapelables "Decretos Ministeriales"; pero claro, a nosotros los pesares no nos los causa la Suma Inquisidora de Hogwarts, la invención de una autora, sino la autora de una clara política de degradación y desmantelamiento de los "Servicios Públicos" que trata de favorecer, con el dinero de estos, el negocio de unos cuantos. Porque hay muchas razones para que la "Marea" no pare, y "El ejército de Dumbledore" nos recuerda algunas:
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