Vida | 02/05/2012 - 00:44h Alicia Rodríguez de Paz La Vanguardia
El plan de ajuste en materia educativa al que están abocadas
las comunidades autónomas pasa, sin duda, por contar con menos docentes. Aparte
de la reducción de la factura pública de los estudios universitarios a costa
del fuerte aumento de las matrículas que pagan las familias, otro puntal del
ahorro ha de venir de una disminución de la partida de personal docente (casi
medio millón). Se trata no sólo de congelar la convocatoria de empleo público
en la enseñanza -como se ha hecho prácticamente en todo el territorio-, sino de
reducir de manera significativa los interinos. Así, según la previsión de
restricción de gasto realizada por el ministerio, en septiembre el curso
arrancará con una plantilla de, como mínimo, 20.000 maestros y profesores
menos.
El cálculo se basa en una referencia aportada en varias ocasiones por el propio
ministro José Ignacio Wert, según la cual el salario medio de un docente en
España rondaría los 40.000 euros. Así, tan sólo con la implantación el próximo
curso del aumento de las horas lectivas para las enseñanzas no universitarias,
el Estado prevé un ahorro de 840 millones de euros. A partir de septiembre, el
tiempo dedicado a dar clase será de un mínimo de 25 horas en primaria (hasta
ahora era el máximo) y de 20 en secundaria (antes, entre 18 y 21 de máximo).
Fotografía: "Canarias Semanal" |
Con todo, la cifra de docentes afectados por los recortes puede aún superar los
20.000 porque este cálculo no contempla el impacto del aumento de la ratio
alumnos por aula (el Gobierno de Mariano Rajoy ha cifrado la reducción en otros
615 millones) ni el retraso al cubrir las bajas de los tres días actuales hasta
los diez laborales (es decir, dos semanas).
Hace apenas unos días, la consellera Irene Rigau calculó que la aplicación de
estas medidas para la educación no universitaria en Catalunya conllevará la
pérdida de trabajo para 500 interinos.
El ministerio calcula además que la subida de las tasas universitarias de hasta
el 66% -que ha de modular cada comunidad autónoma, dentro de la horquilla
fijada por el Estado de entre el 15% y 25% del coste total de los estudios-
represente 1.760 millones de euros menos en transferencias. Todas estas medidas
-y algunos detalles más- están recogidos en el programa de estabilidad que el
Gobierno español envió el lunes a Bruselas. Dentro de la reducción de la
partida de personal, figura la congelación del desarrollo reglamentario del
aumento de la edad de jubilación de profesores universitarios hasta los 75
años. El Gobierno apuesta por implantar nuevas iniciativas, sugeridas por
algunas autonomías, como la eliminación de los complementos de ampliación de
jornada y atención continuada y la supresión de actividades extraescolares.
También anuncia la reducción de los desdobles y de los programas y aulas de
convivencia (diseñadas para luchar contra la conflictividad en la escuela).
Propuesta de Huelga indefinida "de bajo coste, con caja de resistencia":
ResponderEliminarHuelga indefinida desde principio del curso 2012/2013 con las siguientes características:
Se convocará, como es lógico, para todo el profesorado.
En cada centro sólo irán a la huelga los profesores de Lengua y Matemáticas (las instrumentales) que así lo deseen.
El resto del profesorado que quiera apoyar la huelga contribuirá a una caja de resistencia.
Una vez finalizada la huelga indefinida se repartirá de forma que todos, huelguistas y apoyos, pierdan el mismo importe debido a la misma.
Se trataría de convocar huelga indefinida para todo el profesorado (de todas las asignaturas y de Primaria y Secundaria). Lo que entra en discusión es qué es más conveniente:
a) ¿una huelga indefinida que se prolongue en el tiempo, incluso durante meses, aunque sólo sea secundada por un 25% del claustro?
b) ¿o una huelga indefinida con una participación más alta pero que dure sólo unos pocos días, los días que aguante el bolsillo de los huelguistas, y que poco a poco se vaya descolgando la gente?
La idea es valorar la opción A. Si elegimos un par de asignaturas, por ejemplo las "importantes" de Mate y Lengua, que tienen 4 o 5 horas semanales, y son esos profesores los que no empiezan el curso por ponerse de huelga y el resto del claustro sostienen económicamente a esos huelguistas, el efecto puede ser más dañino para la administración.
Si no se quiere hacer distinción de áreas, en vez de elegir asignaturas se puede elegir personas concretas en cada centro (un 25%-30% del claustro) que estén dispuestas a hacer huelga durante meses pero que sean sostenidas económicamente por la caja de resistencia a donde aportan sus compañeros de claustro. Eso se ha hecho antes en el movimiento obrero. No seríamos los primeros.
Es cierto, que el porcentaje que cuente la administración será menor. Pero el periodo de huelga será más largo, incluso indefinidamente de verdad. Y hay que valorar el argumento de que con un 25% o 30% de huelga indefinida "larga" se puede paralizar un centro.