Imágenes de "El Intermedio", La Sexta. |
"Nussbaum sostiene que la educación para obtener beneficios económicos desplazó a la educación para la ciudadanía, y que con la marginación de las humanidades de los programas de estudio se descuidan el pensamiento crítico, la empatía y la incomprensión de la injusticia" Publishers Weekly.
Cuatro "imágenes-resumen" de ECC, "El Intermedio" |
Por el contrario, Educación
Cívica y Constitucional, la nueva asignatura
que implantará el Ministerio del señor Wert para sustituir a la tan molesta,
para determinados sectores, Educación para la Ciudadanía, cuando hable, obligatoriamente, de “la
dimensión económica de la sociedad humana” o predique sobre las bondades “de la iniciativa económica
privada en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor”,
no estará imbuyendo ideología alguna en nuestr@s escolares, no estará
adoctrinando (para eso están algunas Iglesias,
por supuesto, no la dominante en
nuestro aconfesional Estado y la
oposición política) a nuestr@s alumn@s e hij@s, sino que, simplemente, estará educando en la Verdad.
Algunos artículos de opinión:
- “Ideología, ocultación, arrogancia. La doctrina del PP y la doctrina de la Iglesia católica puestas en partitura por José Ignacio Wert. Así suena la nueva asignatura de Educación Cívica y Constitucional” (El País, Josep Ramoneda).
- “Educar para asentir. La nueva Educación Cívica evita profundizar en temas como la pobreza o la desigualdad social” (El País, Editorial).
- “La ciudadanía educada” (Diario de Jerrez, Opinión).
Otros artículos de Información:
- “Wert da un giro ideológico a Educación para la Ciudadanía. El nuevo temario elude la homofobia o las desigualdades. Incorpora la iniciativa privada y la propiedad intelectual. Denuncia el “nacionalismo excluyente” (El País).
- “Wert retira el término 'nacionalismo excluyente' de 'Educación para la Ciudadanía'. Este jueves se ha celebrado la Conferencia Sectorial de Educación. El término 'nacionalismo excluyente' aparecía al lado de otros como "terrorismo, fundamentalismos religiosos o estados fallidos". (20minutos), incluye vídeo de la Agencia Atlas.
- “Rebelión autonómica contra Educación para la Ciudadanía. Tres comunidades planean modificar el currículo de la asignatura. Madrid reclama la retirada de la materia y usar esa hora para reforzar las troncales” (El País).
- “Nueva asignatura en Educación. Ciudadanía en clase: liberal y constitucional. El PP da un giro neoliberal a Educación para la Ciudadanía y asentará el temario en los valores de la Carta Magna, contra el "nacionalismo excluyente", diluyendo la visión de género y la homosexualidad” (Deia).
- “Borrador de decreto ley. Wert aligera de carga ideológica a Educación para la Ciudadanía. El proyecto de la nueva asignatura se centra en el conocimiento de la Constitución” (ABC).
- “La homosexualidad y los modelos de familia podrían suprimirse de la nueva Educación para la Ciudadanía. La asignatura implantada por el anterior gobierno socialista desaparece de los programas educativos. Será sustituida por Educación Cívica y Constitucional, cuya materia aún no había sido tratada por los docentes y el equipo ministerial, así como las comunidades autónomas” (Navarra2)
- “Educación para la Ciudadanía elude la homofobia, las desigualdades o el racismo” (La Opinión de Málaga).
- “Figar aboga por suprimir la asignatura porque "quita tiempo precioso a Lengua, Matemáticas e Inglés" (Lainformación).
- “La nueva Educación para la Ciudadanía incluirá un módulo sobre alimentación saludable” (Salamanca24horas), claro que estos contenidos no se contemplaban, ni se pueden incluir, dentro de la asignatura de Educación Física porque en tiempos de escasez (y no nos referimos solo a la económica…) hasta de un torrezno emana democracia.
Cocha Caballero escribió el
siguiente artículo para El País:
De todos los sueños utópicos el más peligroso ha resultado ser la
enseñanza pública. ¡Qué derroche de profesorado, de tiza, de aulas, becas e
investigación!
Ya es oficial: no eran nuestros
gastos los que estaban por encima de nuestras posibilidades sino nuestras
ideas. Wert es el ministro que mejor lo ha entendido y ha elaborado un
explosivo cóctel mezcla de recortes económicos, prejuicios políticos y un
marcado sectarismo ideológico. A partir del próximo curso las escuelas no
enseñarán respeto alguno a las opciones sexuales, se considerará un único
modelo de matrimonio o de familia y se suprimirán las referencias a la
homofobia o al machismo en los manuales de Educación para la Ciudadanía.
Respetar las diferentes opciones sexuales y fomentar la igualdad eran un
peligroso adoctrinamiento para las mentes adolescentes que deberían tener
claros los diferentes roles sociales masculinos y femeninos, o como diría
Gallardón, de mujer-mujer y hombre-hombre.
Los valores de la paz, el diálogo
y de la convivencia serán sustituidos por un cántico a la propiedad privada y a
la actividad empresarial, para mayor gloria de los mercados que dominan
nuestras vidas. Se eliminarán los temas que explican las causas de la pobreza y
se intentaba instruir al alumnado en los peligros del nacionalismo excluyente,
o sea, de todo tipo de nacionalismo que no haga ondear la bandera española,
pero el ceño fruncido de sus únicos socios ha modificado el texto, que no el
contexto de este catecismo.
No fuimos conscientes del
dispendio que suponía tratar a los seres humanos como tales y brindarles los
cuidados sanitarios sin preguntarles su raza, su procedencia o su condición
social. Estoy segura de que, al menos, un euro de cada mil se malgastaba en
semejantes utopías propias de los que pensamos por encima de nuestras
posibilidades. Por eso, tampoco la xenofobia o el racismo serán combatidos en
las aulas. Nuestras ideas deben ser productivas y normativas, lejos de todo
ideal comunitario; deben contribuir a aumentar la propiedad y ahuyentar el
altruismo; deben fomentar el conformismo social y desterrar la conciencia
crítica.
De todos los sueños utópicos el
más peligroso ha resultado ser la enseñanza pública. ¡Qué derroche de
profesorado, de tiza, de aulas, becas e investigación! Más horas, más alumnos,
menos profes, menos salarios son una solución perfecta que tiene el aval
indiscutible de 40 años de franquismo.
El ministro de Educación proclama
que la enseñanza es obligatoria y gratuita solo hasta los 16 años, aunque con
una pequeña reforma los jóvenes de 15 con dificultades podrán salir del
sistema. Nos anuncia que paulatinamente habrá que pagar el 100% del coste de la
enseñanza, desde el bachillerato y los ciclos profesionales hasta la
Universidad. La enseñanza superior —nos sugiere— es un lujo de una sociedad
enferma que soñó con trasladar la igualdad de oportunidades a las aulas. Se
instalarán en las universidades barreras que solo se abrirán con el tintineo
del money, money. No obstante, admitirán algunos genios sin ingresos a los que
recordarán continuamente la generosidad que se les brinda.
Manifestación 22 de mayo, Madrid Pública. Foto Akav. |
Como ven eran nuestras ideas, que
no nuestros gastos, las que estaban por encima de sus intereses. Nos repiten
que es preciso erradicar y abominar de todo concepto de igualdad porque,
indefectiblemente, nos lleva a aumentar el gasto público. El egoísmo y la
segregación, por el contrario, son doctrinas económicas y restrictivas. Para
esta operación se hace preciso amputar las conciencias, adormecer los
sentimientos, criminalizar los conflictos y confrontar al que tiene poco con el
que no tiene nada.
Con este mandato enviaron
comisarios que han podido verificar la debilidad de nuestras instituciones, el
conformismo de nuestros políticos y la fragilidad de nuestra propia conciencia.
Su informe aconsejaba una intervención rápida seguros de que los costes serían
mínimos.
Por eso, en pocos días, acaban de
embargar nuestros sueños. Han cerrado la puerta de los servicios públicos a
todos los que, sin ser yo, formaban parte de mi esperanza. Solo esa marea verde
llena de voces jóvenes y rejóvenes sigue actuando por encima de sus
posibilidades y pidiendo antorchas para iluminar estos tiempos oscuros.
Que se vuelva a la situación inicial hasta que se llegue a un consenso.
ResponderEliminarLa asignatura que realmente fue desplazada por la implantación de la Educación para la Ciudadanía, es la Educación Plástica y Visual que ha perdido la continuidad que tenía. Ahora ya no se imparte en 2º de ESO, y en 4º es una optativa para los alumnos que van a dejar de estudiar.
Ésta es una asignatura fundamental para trabajar la autonomía, la creatividad y el pensamiento crítico en un mundo cada vez más dominado por la imagen y las nuevas tecnologías. Urge potenciarla, no amputarla.
Lo mismo pasa con la asignatura de Música, que se eliminó en 1º ESO con lo que también se pierde continuidad desde la Primaria - y también se eliminó de un curso de Primaria por "culpa" de Educación para la Ciudadanía. Parece que el criterio mercantilista está por encima en educación, y que las artes, tan fundamentales para el desarrollo personal, el pensamiento creativo y crítico, la sensibilidad, en definitiva, para mejorar a los seres humanos, van siendo marginadas de los planes de estudio porque no "sirven para nada, no como el inglés" (claro, para ganar dinero no sirven, para mejorar como personas son fundamentales). Desgraciadamente hay muchos profesores que piensan esto.
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